El cant dels ocells (Albert Serra, 2008)
por Jaime Natche
Tras deslumbrar a propios y extraños con su primera incursión en el cine comercial, Honor de caballería (Honor de cavalleria, 2007) —donde el símbolo literario hispánico era despojado de su carácter mítico y trasladado a una experiencia en el umbral de lo narrativo—, Albert Serra da un paso más en su trayectoria y escenifica ahora la fábula de los Reyes Magos de Oriente en su búsqueda del niño Jesús. La aventura de estos personajes a la vez populares y misteriosos, de cuya existencia sólo testimonia un breve párrafo del Evangelio de Mateo, traza un fresco de mineral belleza donde los acontecimientos se recrean en base a un reencontrado primitivismo, incidiendo en el aspecto plástico y topográfico de la anécdota. En este film grandioso en su modestia, de hipnótico calado e inesperadamente divertido, casi deben disculparse arbitrariedades tan ingenuas como la de hacer declamar a José en hebreo moderno (!) mientras que los Reyes y la Virgen María se manifiestan en catalán del Ampurdán, generando por momentos una sensación de que «todo vale».
Publicado en Miradas de Cine nº 82, enero de 2009, dentro del estudio Films españoles 2008.