Copacabana

Copacabana (Martín Rejtman, 2006)

por Jaime Natche

Fruto de un encargo del canal de televisión argentino Ciudad Abierta, que se propuso documentar la diversidad de actividades colectivas que tienen lugar en la ciudad de Buenos Aires, Copacabana significa el regreso de Martín Rejtman al laconismo de sus inicios en Doli vuelve a casa (1986), tras la frondosa oralidad de Silvia Prieto (1999) y Los guantes mágicos (2003). Rejtman fija esta vez su atención en la festividad que la comunidad boliviana de la capital argentina consagra a Nuestra Señora de Copacabana; aunque su celebración, sin embargo, no se muestra más que en unos cuantos planos descontextualizados en los primeros minutos del documental. Tras ello, el cineasta se dedica a retratar el trabajo que lleva a esos días de fiesta: la disciplina manual (en la fabricación de las vestimentas) y física (en los ensayos de baile) con que los miembros de la comunidad se desempeñan al resguardo de la vida urbana de su ciudad de acogida, siempre observados pudorosamente, en planos de conjunto y entrometiéndose apenas lo necesario —a veces incluso desde el exterior del edificio donde se desarrolla, a través de la obertura de una puerta o una ventana—. En la última parte del documental, y acabando de difuminar completamente el tema inicial, Rejtman filma el trámite de los bolivianos que cruzan la frontera —el escrutinio de sus pertenencias en la aduana y el trayecto en autobús desde el país de origen—, concluyendo así, a la inversa, el testimonio físico del viaje llevado a cabo por cada uno de las personas que protagonizan la festividad de Copacabana. La palabra hablada, en sus escasas apariciones durante el documental y con forma de monólogo más que de diálogo, se presentará como una expresión de la distancia no mensurable que implica la migración: en la narración que un hombre boliviano al que no vemos hace sobre su país, mientras pasa las hojas de un álbum de fotos, y en la conversación telefónica que una mujer mantiene con un familiar al que hace tiempo que no ve.

Publicado en Miradas de Cine nº 70, enero de 2008, dentro de crónica del 45º Festival Internacional de Cine de Gijón.

Anuncio publicitario